Los maestros llevan desde 2013 protestando y cortando carreteras y actualmente acampan en un plantón indefinido en la Ciudad de México. Por otro lado, esta dista de ser la única protesta que acaba en baño de sangre en México. En la memoria están las matanzas de Tlatelolco o de Atenco, por poner dos ejemplos que resonaron internacionalmente. En este caso las muertes, todas de simpatizantes del sindicato de profesores CNTE, se produjeron durante el desalojo de una carretera cortada por los maestros. Las agencias Associated Press y Xinghua mostraron a agentes portando y apuntando armas (supuestamente con munición real) en unas fotografías cuya autenticidad negaron las autoridades mexicanas, pero que fue probada después por las agencias gracias a los metadatos. El gobernador de Oaxaca, Gabino Cué, atribuyó los choques violentos a grupos infiltrados afines al magisterio. Pero los maestros, por su parte, consideran que estos grupos, que están aprovechando los disturbios para robar establecimientos comerciales, son infiltrados del Gobierno para cargarles con las culpas. Qué piden los profesores Los maestros protestan por una reforma educativa que, según denuncian, fue elaborada sin escucharles, sin diálogo ni negociación con el gremio. El punto más espinoso es el de la implementación de una evaluación a los maestros y sus resultados, con el fin de incrementar la calidad educativa y la meritocracia. El problema, según los maestros, es que esta evaluación no tendrá en cuenta las acusadas diferencias entre estados y contextos sociales (una de las competencias evaluadas es el español, que no siempre se habla de manera regular entre poblaciones indígenas). Muchos de los profesores provienen de escuelas normales (escuelas rurales como la de Ayotzinapa) y tanto su formación como las condiciones de trabajo, con escaso apoyo gubernamental, son muy poco favorables comparadas con maestros en otros estratos sociales. “No todos los estados tienen el mismo contexto social. En Oaxaca, por ejemplo, en algunos municipios tenemos regiones muy marginadas y en extrema pobreza. Entonces, cómo podemos nosotros evaluar a un alumno que tiene una desnutrición muy avanzada (en comparación) a un alumno que vive en un contexto social muy avanzado y que tiene todos los servicios tecnológicos a su disposición”, dijo a CNNMéxico Clemente Jesús García, profesor de secundaria técnica. Por otro lado, el sindicato asegura que esta evaluación no es sino una excusa para facilitar el despido, pasando de un contraato colectivo a uno individual, y que la reforma abre la puerta a la privatización parcial de la educación pública en México (al estilo de los colegios concertados en España). Además, los profesores denuncian que la reforma es una política punitiva que diseña toda la estrategia de mejora de la educación en torno a este supuesto castigo al maestro, sin tener en cuenta los muchos y variados factores que intervienen en la precaria situación de la educación en México.
sábado, 8 de julio de 2017
Conoce todas las universidades y sus Licenciaturas en línea gratis
Una de las grandes oportunidades que ofrecen diferentes universidades a lo largo de todo México es tener la posibilidad de estudiar en sus diferentes licenciaturas en línea gratis, brindando a muchas personas una enorme posibilidad de retomar sus estudios, así que a continuación hablaremos sobre las múltiples instituciones que ofrecen la posibilidad de estudiar una carrera de forma accesible ya que por lo regular solamente habrá que cubrir inscripción o algún pago común y no materias como lo seria en el caso de universidades en línea privadas, veamos todas las licenciaturas existentes en México en esta modalidad así como la universidad correspondiente que imparte dicha carrera.
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Sin plantel, mobiliario, libros, ni techo: Así estudian los alumnos de la prepa 296 en el Edomex.
Las instalaciones de la prepa 296, en Tultitlán, Estado de México, se componen por casas habitación en las que se adecuaron 7 aulas, y donde al menos 3 salones tienen techos de lámina, escaleras improvisadas e instalaciones inadecuadas.
En enero de 2017, el gobernador del Estado de México, Eruviel Ávila, inauguró en el área natural protegida de Lerma las instalaciones de la Prepa Ibero, un moderno campus rodeado de bosque, lugar en el que el mandatario mexiquense dijo sentirse “muy orgulloso de mi estado”, ya que, aseguró, es un lugar donde las autoridades ven a la educación como un “arma de desarrollo”.
El boletín oficial emitido al respecto subraya que, por esta razón, en la gestión del gobernador mexiquense “ha sido una prioridad ofrecer becas y útiles escolares, equipamiento y mejoramiento de las escuelas”.
Sin embargo, a cuatro meses de ese acto oficial, y a 42 kilómetros, en Tultitlán, la realidad educativa del Estado de México mostró otro rostro: El de la preparatoria pública 296 Fidel Castro Ruz, inaugurada hace cuatro años, en la colonia popular Lomas de Cartagena, que hasta la fecha no cuenta con plantel, mobiliario, biblioteca, y cuyas instalaciones, improvisadas en una obra negra, representan “un riesgo para la comunidad escolar”.
La Secundaria en México ¿Educación Conservadora?
Dentro de la Escuela Pública, una de las instituciones más conservadoras y menos avanzadas del sistema educativo, dado que no ha evolucionado de manera sustancial, es la Escuela Secundaria. La estructura organizacional, los métodos de enseñanza, los usos y costumbres, los programas de capacitación y actualización para docentes y directivos, las prácticas pedagógicas y administrativas, así como las instalaciones y equipos, no han cambiado desde hace más de 70 años.
Sin temor a exagerar, quizá el único ingrediente distinto, que sí ha marcado un antes y un después, en cuanto a equipamiento de las Escuelas Secundarias, es la incorporación de las nuevas tecnologías de la información y la comunicación (TIC), a lo largo de los últimos 15 años.
¿Cuál es la eficiencia terminal de la Escuela Secundaria? Según una nota del periódico Reforma (6 octubre 2016), con información de EFE y El País, el 50 por ciento de los alumnos del “ciclo superior” de Educación Secundaria (pública) no concluyen ese nivel de enseñanza en México, (de acuerdo con datos difundidos por la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico, OCDE).
Una síntesis sobre esta información fue redactada recientemente de la siguiente forma por la asociación “Mexicanos Primero”:
“México es el último lugar del rubro entre los 34 países del organismo (OCDE), que este año centró su reporte en la inserción laboral de los jóvenes… El 22.1 por ciento de los mexicanos de entre 15 y 29 años no estudia ni trabaja (los llamados “Ninis”). La cifra mejoró respecto a 2005, cuando superaba el 24 por ciento, pero sigue muy por encima del 15 por ciento del promedio de la OCDE. En este rubro, México sólo es superado por España (22.7), Grecia (24.7), Italia (26.9) y Turquía (29.8).
“Además, el país está en el quinto lugar en cantidad de “Ninis”; la mayoría, mujeres… (4 veces más que los hombres).
“México es el país de la OCDE con mayor desigualdad: el 10 por ciento de la población más rica tiene 20.9 veces más ingresos que el 10 por ciento más pobre”. (ver el sitio: www.mexicanosprimero.org)
Esa es la crudeza de las cifras.
Sobre el tema de la Educación Secundaria (pública) en México (como antecedente clave de la Educación Media Superior), conviene revisar la magnitud del descalabro a partir de estos datos y, junto con ello, evaluar la dimensión del problema educativo y social que esto representa.
Si es correcta la información, en el sentido de que el 50 por ciento de los alumnos de tercer grado de estudios de Secundaria (o primeros años del Bachillerato), no concluye ese nivel, estamos frente a una cifra que habla de una situación sumamente grave, pues da cuenta de la proporción de los alumnos desertores. ¿A qué se dedican todos esos jóvenes que no se encuentran matriculados en la escuela pública y que no están en condiciones de emplearse?
Según datos del Instituto Nacional para la Evaluación de la Educación (INEE), en su Informe 2014: “El Derecho a una Educación de calidad”, el porcentaje de alumnos de Educación Secundaria que concluyen esos estudios durante los 3 años en que transcurre una generación, es de 80 por ciento. Esto incluye, dicho de otra manera, al total relativo de alumnos no “expulsados” por la escuela secundaria, durante cada generación, desde que inician sus estudios en ese nivel. Por lo anterior, los datos más alegres indican, a nivel nacional, que 20 de cada 100 alumnos que ingresan a la Secundaria, no la concluyen. Cabe mencionar que las cifras varían en cada entidad federativa y en cada modalidad del subsistema, es decir: Secundaria General, Secundaria Técnica o Telesecundaria (existen pocas secundarias para trabajadores o por especialidades).
La consejera presidenta del INEE, Sylvia Schmelkes, durante una comparecencia ante senadores, en 2014, expuso que: “En el tema de la deserción escolar, ésta afecta al 20 por ciento de una generación de Educación Secundaria (13 a 15 años de edad) y al 40 por ciento de media superior (16 a 18 años de edad, aproximadamente). “Uno de cada tres niños (o jóvenes) de 15 años se encuentra fuera de la escuela y una quinta parte de los jóvenes de entre 18 y 24 años no termina la Secundaria (o Prepa)”.
¿A cuántos estudiantes asciende la deserción en números reales? De acuerdo con los datos disponibles (ciclo escolar 2013-2014), alrededor de 400 mil jóvenes entre los 14 y los 18 años no se matriculan anualmente en ninguno de los subsistemas educativos antes mencionados y no cuentan con un empleo fijo, ya sea formal o informal. (http://www.snie.sep.gob.mx). Lo cual equivale a llenar casi cuatro veces, cada año, el Estadio Azteca de jóvenes sin escuela y sin empleo.
¿Qué tipo de sostenimiento tienen las escuelas secundarias en México? De acuerdo con un reporte publicado por la Dra. Margarita Zorrilla (“La Educación Secundaria en México: al filo de su reforma”, Revista Electrónica Iberoamericana sobre Calidad, Eficacia y Cambio en Educación, 2004), la participación de los particulares en la oferta de educación secundaria es del 7.9 (siete punto nueve) por ciento.
¿Cómo se podría nombrar de otra manera a este “Desastre Educativo”? ¿Cuál será el destino de esos jóvenes que han sido “expulsados” debido a la dinámica interna generada por esta “conservadora” institución pública, (92 por ciento de la oferta educativa es sostenida por el Estado mexicano), que imparte Educación Secundaria? ¿De qué manera participa el contexto sociocultural y económico donde se encuentran inmersos estos jóvenes, frente a esta adversa y desoladora situación?
Más allá de los elementos inconsistentes, desde el punto de vista de la planificación, que presenta la Reforma Educativa de la actual administración federal de Peña Nieto (2012-2018), y sobre los cuales hemos escrito en este mismo espacio, considero que una tarea prioritaria e impostergable, será emprender el rescate y la profunda modernización de la Educación Secundaria y Media Superior en México.
México, entre los peores países en educación primaria
El Reporte de Capital Humano del Foro Económico Mundial (WEF, por sus siglas en inglés), ubicó a la educación primaria en México, como una de las de menos calidad en el mundo.
El diario El pais, refiere que las carencias en las educación al sector menor de 15 años, impacta profundamente al crecimiento económico de México, situándolo en el lugar 102 de 124 países en mediación educativa de escuelas primarias; mientras que en el índice global, se sitúa en la posición 58 de 124, siendo el cuarto de América Latina por debajo de Chile, Uruguay y Argentina.
El gobierno mexicano gasta un 5.19% del Producto Interno Bruto (PIB) en educación. Según el estudio, la calidad de la educación en México contrasta con la de Chile y Uruguay —ambos ocupan el lugar 82 del ranking— que gastan en promedio un 4,5% de su PIB en educación. El reporte lo encabezan Finlandia, Noruega y Suiza”, indica el diario.
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